360 grados agencia editorial

La misteriosa epidemia de baile

La danza es el lenguaje oculto del alma.
Martha Graham.

En los días en que estamos melancólicos, un buen baile puede ser la solución para alegrar nuestra alma y olvidarnos de los problemas al ritmo de la música. Pero, ¿te imaginas ser dominado por los movimientos de tu cuerpo y no poder parar de bailar? Aunque suene increíble, esto ocurrió hace cientos de años en la llamada epidemia de baile.

Todo empezó un día de julio de 1518, cuando una mujer llamada Frau Troffea salió a las calles de Estrasburgo, Francia, y empezó a bailar desenfrenadamente, no podía parar, su cuerpo parecía poseído por el movimiento. Danzó sin descanso por cuatro días, hasta que su cuerpo no pudo más y falleció.

Durante este tiempo se unieron al baile otras 34 personas y meses después ya eran un total de 400 y todas tuvieron el mismo desenlace: cayeron muertas por infartos, agotamiento, invalidez de piernas, derrames cerebrales, etc.

Fuente: El mundo del misterio.

 ¿Un remedio equivocado?

Esta situación preocupó a las autoridades y a la nobleza, por eso pidieron consejo a los médicos, quienes aseguraron que era una enfermedad ocasionada por un exceso de sangre caliente. Pero en lugar de aplicarles las “sangrías” que se acostumbraban en esa época, decidieron dejarlos bailar día y noche, porque creían que solo así se curarían de la rara enfermedad.

Las autoridades pusieron “manos a la obra” y contrataron diferentes músicos que tocaban las 24 horas, se abrieron salones de baile y se construyeron escenarios. El remedio no sirvió de nada, los bailadores no paraban de danzar hasta que la muerte los alcanzaba.

Fuente: Gifer.

Inexplicablemente —así como llegó— la plaga de baile por fin terminó en septiembre de ese mismo año. Actualmente no se ha encontrado el origen de ese extraño hecho, pero quedó marcado en la historia, y aunque ya se tenía registro de otros 10 sucesos parecidos anteriores al de 1518, de este es del que se tiene más información.

 Bajo los efectos de psicoactivos

Eugen Backman explica en su libro Bailes religiosos en la iglesia cristiana y en la medicina popular, que el origen de la epidemia de baile pudo haber sido una intoxicación alimentaria.

La gente de la región comía pan hecho con centeno o cebada, se cree que estos pudieron contaminarse de principios psicoactivos de los hongos del cornezuelo que crecen en los granos del trigo. Estos hongos están relacionados con el LSD-25 y de acuerdo con Backman, esto provocó efectos en la corteza cerebral de las personas. Sin embargo, hay quienes descartan esta posibilidad, ya que el LSD-25 provoca visiones, pero no da tanta energía para bailar.

Fuente: Imagui.

 Psicosis masiva

La teoría de John Waller, autor del libro Tiempo de bailar, tiempo de morir, dice que se trató de una histeria colectiva. Los habitantes de la región acababan de pasar por grandes crisis de hambrunas, enfermedades y estrés, esto pudo provocar una psicosis masiva. Estaban sumergidos en el temor y la desesperación, por eso entraron en un estado de trance, bailar fue la forma en que su mente y su cuerpo buscaron liberarse de esas sensaciones.

Esta última teoría es una de las más aceptadas, pero aún no se sabe con certeza si fue la verdadera razón que llevó a decenas de personas a entregarse al baile hasta morir.