Te contamos sobre diferentes estilos de ser maestro porque más vale estar preparado: todos tarde o temprano tendremos que enseñar, si es que no lo hacemos ya.
Los y las maestras son parte fundamental de nuestra vida. Cada vez que aplicamos la regla de tres, damos brazadas en la alberca o sabemos cuál es la capital de Dinamarca, entendemos la importancia de la persona que nos transmitió ese conocimiento y consiguió que fuera parte de nosotros.
Cada persona recuerda con mayor o menor cariño diferentes tipos de enseñanza. Por ejemplo, algunas personas recuerdan con más afecto a la maestra que les inspiró a seguir su pasión, mientras que otras evocan al maestro exigente que les hizo sufrir con regaños.
Otras personas prefieren recordar a la maestra que les tuvo paciencia y les imprimió confianza y nunca falta quien trae a la memoria con más cariño al maestro que cancelaba las clases pero que los hizo fuertes como autodidactas.
Independientemente de las maestras que le hayan tocado a cada quien, existen algunos estereotipos de profesor que nos ayudan a describir los diferentes tipos de enseñanza que hemos vivido. Y, en este sentido, el cine es el producto cultural que más ejemplos de profesor nos ha dado.
Los estilos para enseñar en el cine
El ícono del profesor inspirador lo tenemos en el personaje John Keating –interpretado por Robin Williams– en La sociedad de los poetas muertos (Peter Wier, 1989), quien no solo logra que sus alumnos aprecien la poesía sino también a cuestionar la realidad.
Otro tipo de profesor inspirador lo vemos en Dewey Finn –interpretado por Jack Black– en Escuela de rock (Richard Linklater, 2003), que a su manera un poco cuestionable pone a todos sus alumnos a tocar en una banda pero también levanta sus autoestimas.
Ya que hablamos de música, el maestro más exigente de los últimos años que se nos viene a la memoria es Terence Fletcher –interpretado por J.K Simmons– en Whiplash (Damian Chazelle, 2014), que lleva a sus alumnos hasta un punto límite.
En un nivel más abajo en cuanto a exigencia pero igual de férreo con la disciplina tenemos al profesor Miyagi de Karate Kid (John G. Advilsen, 1984), interpretado por Pat Morita, y el cual es un ejemplo del maestro difícil al que le tienes cariño al final.
Como ejemplo de maestra dulce que ayuda a sus alumnos a obtener confianza tenemos a Jennifer Honey de Matilda (Danny Devito, 1996), interpretada por Embeth Davidtz. Otro ejemplo de este tipo de maestra, aunque desde un punto de vista más realista, es Louanne Johnson –interpretada por Michelle Pfeiffer– en Dangerous Minds (John N. Smith, 1996).
En televisión tenemos la serie Abbott Elementary (Star+) como un catálogo de las diferentes maneras de ser profesor, ya que si bien no vemos estilos de enseñanza como tal, sí vemos los diferentes tipos de personalidad que pueden transmitir conocimiento: la ñoña, la cínica, el cursi, el serio o incluso la que está más interesada en redes sociales.
Todos somos maestros
Se dice que todos somos maestros de los demás, ya que incluso sin darnos cuenta podemos darle una lección a alguien que necesitaba la palabra justa en el momento exacto. Pero realmente no tenemos el control sobre ello.
Hay veces en las que sí nos toca ser maestros de manera consciente, ya sea porque debemos capacitar a una persona en el trabajo o porque tu hijo te pide que le enseñes a andar en patineta, tarde o temprano llega el día en el que te toca transmitir conocimiento.
Tenemos los ejemplos que hemos visto en el cine, lo que nos tocó vivir, pero quizás una clasificación te sirva para comprender cuál es tu estilo.
Un estudio de la Universidad de Huelva en España recopiló distintos estilos para enseñar de diferentes investigaciones a lo largo del tiempo.
Estilos para enseñar
- Autocrático: decide todas las actividades y tareas. Evalúa de forma individual.
- Democrático: decide junto con los alumnos y evalúa los resultados en función del grupo.
- Laissez-faire: deja que los alumnos decidan y solo interviene cuando necesitan consejo.
- Dominador: impone las órdenes a la fuerza y no acepta decisiones de los alumnos.
- Integrador: crea un ambiente amistoso en el que predomina el reconocimiento o el elogio.
- Instrumental: orienta su actividad docente a los objetivos de aprendizaje.
- Expresivo: busca satisfacer las necesidades afectivas de sus alumnos, tomando en cuenta su rendimiento y relaciones sociales.
- Instrumental-expresivo: combina el interés por la enseñanza con su inquietud por las necesidades de sus alumnos.
- Directo: expone las propias ideas, impone su autoridad y competencia.
- Indirecto: toma en cuenta las ideas de los alumnos y promueven el diálogo.
- Progresista: rechaza los métodos utilizados con la intención de lograr la autodisciplina y desarrollo personal de sus alumnos.
- Tradicional: se preocupa por el control del rendimiento y no toma en cuenta a los alumnos.
- Mixto: Una combinación de los dos anteriores.
Sea cual sea tu estilo de enseñanza recuerda que lo más importante es tener los pelos de la burra en la mano, o como dijo Aristóteles: el único signo exclusivo de un conocimiento profundo es el poder de la enseñanza.
Y ya que llegaste hasta aquí, te recomendamos checar “Cómo consultar contenidos de salud seguros en internet”.